lunes, 13 de octubre de 2014

Queremos ciudades en las que florezca VIDA DIGNA

Pronunciamiento frente al Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Medellín que será impuesto desde la Alcaldía, el Concejo y la élite económica.


¿POR QUÉ NOS OPONEMOS?

Este nuevo POT se basa en un modelo de ciudad que prioriza la internacionalización, el turismo y los negocios, muchas intervenciones favorecerán a los sectores inmobiliario, constructor y financiero. Está pensado para pocos que tienen mucho dinero y no para la mayoría de los pobladores.

Se llevarán a cabo grandes intervenciones que no solucionan las necesidades de las comunidades, generando despojo en los territorios, mediante desalojos por la infraestructura que será construida en el lugar donde hoy hay viviendas, o por la valorización producto de las intervenciones, que llevará a que muchas familias tengan que desplazarse por el encarecimiento de arriendos, servicios públicos e impuesto predial. Esto sucederá a los costados del Río y en las altas laderas producto de las intervenciones proyectadas en el marco del Jardín Circunvalar.

Quieren intervenir para formalizar gran cantidad de territorios que no fueron planificados institucionalmente, desconociendo la construcción de los barrios por las comunidades.

Harán intervenciones en el centro que afectarán a pequeñas y medianas empresas, y a gran cantidad de pobladores que subsisten a partir del trabajo informal en dicho territorio.

No han brindado la información necesaria y el proceso no ha implicado una participación real y decisoria de los habitantes. Funcionarios de la alcaldía y concejales han desconocido propuestas de las comunidades frente a sus necesidades, diciendo que no tienen claridad sobre lo que dicen o que se están refiriendo a temas que no conciernen al POT, lo cual no es cierto.

NUESTRA APUESTA: LUCHAR POR UNA CIUDAD PARA LA VIDA DIGNA


Como pobladores urbanos sentimos y queremos profundamente nuestra ciudad, es por ello que asumimos el desafío de organizarnos y de aportar nuestros mejores esfuerzos en su construcción, por la defensa de los derechos y el logro de una vida digna en los territorios.

Por eso junto con muchos otros pobladores de Medellín, y de otras ciudades del país y el mundo, convocamos y organizamos el Foro Social Urbano Alternativo y Popular en abril de este año, donde nos reunimos para conversar y construir propuestas de ciudades en las que vivamos dignamente. A partir de ese ejercicio seguimos caminando, luchando y proponiendo.

Necesitamos una ciudad para sus habitantes, que garantice el bienestar social, una ciudad que erradique las profundas desigualdades sociales, que no limite la posibilidad de habitar y vivir la ciudad para tod@s.

Creemos que el POT debe estar enmarcado en la proyección de una ciudad realmente sostenible ambientalmente, que establezca una relación armónica con la naturaleza y entre los territorios urbanos y rurales.

Queremos un ordenamiento territorial que reconozca la construcción popular de los barrios, que privilegie el valor de uso de los territorios y no el valor de cambio, una ciudad que controle la especulación inmobiliaria, el negocio de los constructores y el sector financiero.

Las ciudades no deben seguir creciendo en forma desmedida y el crecimiento hacia arriba no es una solución, es preciso buscar alternativas sin imponer propuestas en los territorios; debemos construir un modelo económico que no concentre la población en grandes urbes. Una de las posibles soluciones en el corto plazo pasa por la posibilidad y garantía de retorno al campo de miles de familias desplazadas, lo cual debe incluir apoyos para el fomento y reactivación de la economía campesina. De igual forma, es preciso conservar los territorios rurales y para ello necesario respetar y proteger los entornos naturales, así como promover el fortalecimiento de la economía campesina aún existente en los corregimientos.

La Vivienda Digna es una necesidad fundamental de las comunidades, que tiene todo el sentido y razón, hacer frente a los desalojos y exigir la garantía de vivienda digna con acceso a servicios públicos es una lucha que no da espera.

Exigimos barrios con un hábitat que garantice condiciones de vida digna, entornos saludables, con vías de acceso adecuadas, construcción de escuelas, colegios y centros de salud de calidad, y el desarrollo de proyectos que generen empleos estables y dignos.

Un ordenamiento territorial que beneficie a las comunidades solo será fruto de un proceso realmente democrático, donde haya participación efectiva, que implique un conocimiento previo, garantía de acceso a la información necesaria, y ante todo la concertación entre las entidades institucionales y las comunidades directamente impactadas.


Debemos seguir defendiendo los esfuerzos de construcción social de territorios urbanos, asumiendo el desafío de elaborar planes de ordenamiento territorial alternativos y populares, que sean afirmación de empoderamiento popular de los habitantes en los territorios.

Llamamos a no dejar ejecutar el plan a su antojo, invitamos a organizarnos y resistir al despojo territorial, a desarrollar veedurías ciudadanas, acciones populares y demás herramientas legales que permitan contraponernos a este modelo de ciudad excluyente.

Pero también manifestamos la necesidad de configurar un movimiento urbano popular que articule las exigencias, luchas y resistencias por el territorio y el derecho a la ciudad, que permita disputar una reforma urbana integral impulsada desde los sectores populares para avanzar unidos hacia unas ciudades donde florezca vida digna.

Medellín, Octubre 2014.

CONGRESO DE LOS PUEBLOS
¡Propuesta de país para la VIDA DIGNA!

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