Aprender
cómo comunicarse en otro idioma, exige apertura a otras culturas y
cambio del individuo como tal: este proceso cambia la mente, el
cerebro y hasta la forma de pensar. La conciencia metalingüística
crece en el aprendizaje de otros idiomas y nos permite una auto
reflexión sobre nuestra cultura, forma de comunicación y habilidad
de cuestionar porque hemos decidido y definido ciertas cosas. Un
ejemplo: la llave: es femenina en español, masculina en alemán o
ninguno de los dos en ingles, afecta como los hablantes de cada
idioma (y sus culturas) entiendan el objeto como tal. Otro ejemplo
común estadounidense de cómo el idioma afecta la manera en que
vemos el mundo es el de los esquimales, quienes tienen más palabras
para nieve que los angloparlantes. El ejemplo muestra cómo las
palabras nos permiten entender el mundo de otras formas y darnos
cuenta que no se puede solo traducir entre idiomas ni siquiera por
algo tan cotidiano como el clima, porque los significados y
definiciones de las palabras no se intercambian simplemente sino
cruzando las culturas.
Hay
muchos beneficios cognitivos de aprender idiomas. El Dr.
Athanasopoulos, del Centro de Investigación en Bilingüismo de la
Universidad de Bangor en Gales, quien es investigador sobre el
bilingüismo dice que: “en adición de aprender vocabulario y la
gramática, estás también inconscientemente aprendiendo una manera
totalmente nueva de ver el mundo… Hay un enlace inextricable entre
lenguaje, cultura y cognición”. Therese Sullivan Caccavale,
presidenta de la red nacional de aprendizaje de idiomas extranjeros
desde temprana edad (EEUU), comenta que: “El aprendizaje de
idiomas extranjeros es más una actividad de resolución de problemas
al nivel cognitivo que lingüístico. Varios estudios han mostrado
que el aprendizaje de idiomas extranjeros aumenta habilidades de
pensamiento crítico, la creatividad y flexibilidad de la mente. Los
estudiantes quienes están aprendiendo idiomas extranjeros tienen
mejores resultados que los que no estudian en los exámenes modelos
de compresión verbal y matemáticas”. Desde hace mucho tiempo
están estudiando la conexión entre aprender idioma y Alzhéimer;
los monolingües reportan síntomas de Alzhéimer 5 años antes que
los bilingües. Martha G. Abbott, Directora de Educación por el
Consejo Americano de Enseñanza de Lenguajes Extranjeros (EEUU) dice
que además de efectos en el cerebro, también hay cambios
emocionales: “Los estudios dicen que los niños quienes estudian
idiomas tienen más empatía con quienes hablan otros idiomas y
vienen de otras culturas”.
En
Colombia, El Programa Nacional de Bilingüismo (2004-2018) o Colombia
Bilingüe es un programa implementado al nivel nacional por el
Ministerio de Educación. La investigación Retos del Programa
Nacional de Bilingüismo* explica que: “La implementación del
Programa está basada en dos consideraciones: a) el dominio de una
lengua extranjera se considera factor fundamental para cualquier
sociedad interesada en hacer parte de dinámicas globales de tipo
económico, académico, tecnológico y cultural, y b) el mejoramiento
de la competencia comunicativa en inglés de una sociedad o población
conlleva el surgimiento de oportunidades para sus ciudadanos, el
reconocimiento de otras culturas y el crecimiento individual y
colectivo.” El gobierno usa el Marco Común Europeo de Referencia
para Lenguas: Aprendizaje, Enseñanza, y Evaluación para evaluar
los estudiantes en su aprendizaje. El marco usa un sistema de
evaluación entre A1 (principiante) a C2 (muy avanzado); la meta es
que los estudiantes se estén graduando de 11 con un nivel de B1
(pre-intermedio). Hoy día por lo general, los estudiantes están
entre A1 y A2, igual a sus maestros colombianos. La nueva etapa de
Colombia Bilingüe entre 2014 y 2018 tiene algo distinto, que es la
llegada de extranjeros angloparlantes a los colegios públicos
nacionales; se supone que los “nativos” (como denominan a los
extranjeros) van a apoyar en el salto, en el nivel de los estudiantes
hacia la meta de B1.
Las
primeras 20 ciudades fueron escogidas para recibir extranjeros por su
“turismo, zona de comercio libre y desarrollo”.** El gobierno
está promoviendo el aprendizaje del inglés para facilitar el acceso
de Colombia al mundo y viceversa. Colombia Bilingüe 2014-2018
proclama que: “una de las habilidades esenciales para desarrollar
en un estudiante es el uso de un idioma extranjero” y el programa
designa al inglés como único idioma extranjero por varias razones,
entre ellas: “es la lengua internacional más difunda” y “ofrece
mayores y mejores oportunidades laborales”.** Heart for Change, una
de las ONG's que contrata los maestros directamente, dice en su
página web que, “hay una correlación directa entre el idioma
inglés y el desarrollo.” Esto hace claro que la dinámica de
Colombia Bilingüe, que solo acepta inglés como idioma de
aprendizaje, está promoviendo y entendiendo un idioma más
importante que otros, la adquisición de un idioma preferido a otro,
y el aprendizaje de unas culturas más que otras. Además, la
afirmación que el turismo es una razón clave para el aprendizaje de
un idioma, pone la importancia de servir a los viajeros en Colombia
en vez de una herramienta de intercambio social. El programa
favorece a los mejores estudiantes y maestros con viajes a Europa y
los EEUU, y así en vez de abrir una posibilidad de adquisición de
idioma para todos y una educación lingüística integrada sobre
culturas ajenas, más bien pueda servir al propósito de estratificar
y dividir maestros y estudiantes según los resultados de un examen
que desconoce el conocimiento local y excluye otros tipos de
bilingüismo. El inglés como idioma mundial ya está cuestionado.
Incluso, el mismo Dr. Athanasopoulos plantea que en el marco de la
Unión Europea, las relaciones puedan ser mejoradas si todos trataran
de hablar un poco con sus compañeros en los idiomas de cada cual en
vez de contar con el inglés como la lengua franca.
Traer
angloparlantes a los colegios ofrece la oportunidad de mejorar el
nivel de inglés, a través del tiempo, con las ventajas que tienen
los extranjeros angloparlantes: su pronunciación, puede explicar
modismos y asuntos culturales, animar a los muchachos a hablar,
tienen un vocabulario más amplio, conocen la importancia de las
palabras en contexto, pueden traer nuevos juegos que den una mirada
hacia las culturas y pueden ser más ágiles en las aulas porque
cuentan con la capacidad de cambiar entre actividades sin estudiar
primero lo qué van a enseñar. La llegada de los profesores
“nativos” son un apoyo ante la escasez de profesores cualificados
en idiomas y las pocas oportunidades para los estudiantes para
practicar ingles auténticamente. Es cierto también, que quienes
busquen a estos profesores, tanto maestros como estudiantes, tienen
en sus colegios una oportunidad de practicar como nunca antes.
Tomando
estas ventajas en cuenta todavía hay contradicciones entre
objetivos, metas e implementación. Los extranjeros están
contratados por un tercero, en este caso por varias ONGs, y no
directamente por el Ministerio de Educación, aunque es el estado
quien está financiando el programa. La estructura de este programa
no permite una fluidez en la práctica y es muy claro que al nivel
local las instituciones educativas, direcciones administrativas y
los maestros nunca estuvieron incluidos en la planeación, y su
diseño fue hecho a través de una estructura vertical. Actualmente
en el programa hay extranjeros de todo el mundo: varios países
angloparlantes con sus acentos, contextos y culturas muy distintos, y
además de países de cada región del mundo y sus individuos quienes
hablan inglés como segundo, tercer o hasta cuarto idioma. Si la meta
de aprendizaje está basada en resultados de un examen británico, se
podría decir que apoyaría mejor a los estudiantes tener maestros
angloparlantes de Gran Bretaña para adquirir los modismos,
vocabulario y habilidad de entender el contexto específico en lo
cual van a ser evaluados. Si la meta es para “compartir cultura”,
los franceses deberían enseñar francés, los alemanes alemán, los
Jamaicanos Creole, etc. Si la meta es enseñar a través de
actividades lúdicas con “nativos”, deberían solo contratar
gente que hablen inglés como primer idioma. Si la meta es la
posibilidad de que Colombia accediera al mundo través de hablar
inglés, hay que reconocer que hay maestros de países angloparlantes
como Kenia y Jamaica, donde todavía se encuentra una pobreza
impresionante y falta de acceso laboral. Si la meta es co-enseñar,
hay que capacitar a todos los maestros en esta metodología. Bien
puede ser que los maestros, tanto extranjeros como colombianos, sean
muy buenos, pero usar una nueva metodología implica entenderla antes
que aplicarla. Si la meta es la cualificación de profesores se
debería centrar primero en los maestros colombianos para que eleven
su nivel de enseñanza del inglés, pero como se menciona
anteriormente no solo debería ser en inglés si no en otros idiomas
ya que se cuenta con tantos profesores de diferentes países del
mundo. El programa tienen planeado un crecimiento exponencial para
los próximos años, pero ante los cuestionamientos a los objetivos,
parece que lo cuantitativo va a ser lo único considerado para
cumplir con ciertas cifras. Mientras las metas y objetivos no están
claros, o incluso contradictorias como en el caso de tener maestros
angloparlantes para enseñar como hablar inglés, sin embargo el
examen par alas pruebas ICFES y el mismo examen Británico son
evaluaciones escritas, el programa va creciendo sin tratarse los
problemas de su construcción.
El
programa está en marcha. En Julio llegaron nuevos extranjeros, así
son 320 profesores “nativos” enseñando al nivel nacional. Una
maestra de inglés colombiana comenta, “me parece injusto que las
regiones subdesarrolladas de este país se quedan atrás otra vez en
este programa educativo. Inclusive los colegios pequeños en las
ciudades escogidas no entran.” En Colombia la mayoría de la gente
bilingüe en ingles no aprendió su segundo idioma en una escuela
pública, incluso en lo laboral es probable que tengan otros factores
socio-económicos que hayan influido para adquirir “mejores”
trabajos. Sería bueno que al final del programa implementado en
todas las escuelas públicas al nivel nacional y todos los habitantes
sean bilingües en este país haya mejores condiciones de vida para
todos. Es necesario recordar que un sistema económico y político no
está basada en un idioma, sin embargo este programa pretende poner
el idioma inglés en función al sistema económico y político ya
existente. Está muy bien que las escuelas públicas tengan maestros
extranjeros de idiomas extranjeros y sin entrar a críticas sobre la
estructura educativa como tal, enseñar en una escuela pública en
cualquier parte del mundo es una oportunidad valiosa para los
educadores, aún más durante el paso crítico del bachillerato,
cuando los jóvenes se van formando en ser adultos.
Enseñar
idiomas ofrece la oportunidad de abordar muchos otros temas, a pensar
distinto, a ser abierto y creativo, a expresarse de una forma nueva
con otras palabras que las suyas, a relacionarse mejor con los demás,
y ser mas critico de su mismo cultura.
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*Fandiño-Parra,
Y. J., Bermúdez-Jiménez, J. R., Lugo-Vásquez, V. E. (2012). Retos
del Programa Nacional de Bilingüismo. Colombia Bilingüe. Educ.
Educ. Vol. 15, No. 3, 363-381.
**Ministerio
de Educacion, 2015 English Teaching Fellowship Program Ministerio de
Educacion, Bogota.
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